Hola, hoy vamos a ver los 3 test más útiles del mundo. Se trata de test de verificación para confirmar si el material se adapta a nuestra morfología y para tener más equilibrio, con lo que esquiaremos mucho mejor.

Bueno, el primer test es el equilibrio sobre un pie. Cuando estamos, ahora voy sin zapatos, me equilibraré sobre un pie, sobre dos pies, y voy a equilibrarme sobre un pie. Está claro que deberé hacer un movimiento lateral que me ayudará a equilibrarme sobre un pie y crearé un ángulo entre mi pie y mi pierna. Y bueno, este ángulo debemos encontrarlo también en la bota. ¿Por qué? Porque si no puedo, no podré mantenerme en equilibrio.

Lo que nos permitirá saber si disponemos o no de esta movilidad, es muy sencillo. Si cuando levantáis un pie, el esquí se va hacia el interior del giro o hacia el exterior, significa que no podéis hacer este movimiento, esta movilidad.

Bueno, test número dos. Seguimos equilibrándonos sobre un pie, y bueno, en la pista estoy en equilibrio sobre un pie y voy a hacer pequeños giros interiores y exteriores sobre un pie. No grandes giros, ¿eh?, sólo pequeños giros, como un serpentín. Eso nos permitirá confirmar algo muy importante, y es la capacidad de hacer este movimiento en ambos lados, en el lado interior y en el lado exterior y asegurarnos de que no quedamos bloqueados ni en el lado interno ni en el lado externo.

Algo muy importante cuando hagamos este ejercicio, es tener en cuenta que el movimiento empieza en el tobillo, ¿eh?, en el tobillo y no en la rodilla.

El hecho de ver que la rodilla se desplaza hacia el interior y hacia el exterior, es una consecuencia de que el tobillo se mueve hacia el interior y hacia el exterior.

Test número tres, probaremos nuestra capacidad de equilibrarnos sobre un pie durante todo el giro, a lo largo del giro. Y para eso necesitamos bloquear bien el tobillo. Y bueno, ya os aseguro que si el material no lo permite, será mucho más complicado.

¿Cuál es el punto complementario con respecto a la lateralidad del pie y la movilidad lateral? Se trata de la movilidad del tobillo, la capacidad de flexionar el tobillo. Eso nos permitirá estar seguros, veremos enseguida si podemos flexionar el tobillo cuando lo necesitéis para equilibraros durante esos giros, porque necesitamos flexionar el tobillo.

Os lo enseño. Aquí, cuando me apoye sobre un pie… Bueno, aquí no tengo la fuerza centrífuga y centrípeta (rires), de un giro de esquí. Pues cuando bloquee el pie, así, necesitaré flexionar más el tobillo para bajar mi centro de gravedad y permitirme mantener el equilibrio a lo largo del giro y para contrarrestar las fuerzas que se presentarán.

Un pequeño truco extra para mejorar todo eso: cuando os equilibréis sobre un pie y hayáis bloqueado el pie, poned el pie interior, en este caso el pie interior será el pie izquierdo, ligeramente encima de la espátula del esquí derecho. Eso os permitirá hacer un movimiento un poco contra-rotativo. Y cuando el esquí empiece a girar, aquí será hacia la izquierda, eso os permitirá mantener el ángulo del cuerpo y el agarre en el pie exterior. Mientras que, si no hago eso y abro esta pierna, haré un movimiento rotativo hacia el interior del giro y eso es exactamente lo que queremos evitar cuando esquiamos.

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